lunes, 27 de abril de 2020

SESIÓN 27/04/2020


Todos los días tomamos decisiones, incluso en muchas ocasiones, ni siquiera somos conscientes de ello pues lo realizamos casi de manera autonómica. Por ejemplo, tomamos decisiones cuando decidimos a qué jugar en el recreo o qué película ver en el cine con nuestros amigos. 

Pero el proceso de toma de decisiones no siempre es tan sencillo. A lo largo de la vida se nos plantearán diferentes problemas y tendremos que decidir qué camino seguir. Muchas veces, de la decisión que tomemos dependerá nuestro futuro y la mayoría de las veces no será el camino más sencillo a recorrer. Decidir si fumar un cigarrillo o beber por primera vez es crucial para nuestro futuro. Tomar la decisión correcta es complicado pues nos vemos inmersos en numerosas ocasiones por grupos de presión (los “amigos”: si no bebes o fumas no eres guay, no perteneces al grupo,...). Para ello, debemos tener seguridad en uno mismo y una buena autoestima para tomar la decisión correcta. 

A continuación, cuelgo la ficha de la sesión número 5 sobre cuáles son los pasos a seguir para tomar decisiones. 

Te invito a que plantees el problema de fumar un cigarrillo o beber y lo resuelvas en estos 6 pasos. Puedes compartirlo con los compañeros en los comentarios del grupo. 

Gracias.


lunes, 20 de abril de 2020

SESIÓN 20/04/2020



Hola chicos!! 

Aquí estamos de nuevo. ¿Recordáis la última sesión? No pasa nada, yo os la refresco rápidamente. Estuvimos hablando del problema del tabaquismo e hicimos el experimento de la “botella que fuma”, estuvimos charlando también sobre el alcohol y las consecuencias de su consumo. Hicimos la actividad de colocarnos en círculo y pasar un mensaje con las manos para ver la rapidez en las reacciones y cómo se verían mermadas por el alcohol.
Finalmente, en la última sesión, hicimos un autorretrato y leímos una lista de estrategias para aprender a gustarnos tal y como somos; porque si tenemos una buena autoestima será mucho más fácil decir que no a todo aquello que no es bueno para nosotros.

“Ni siquiera el mejor explorador del mundo hace viajes tan largos como aquel hombre que desciende a las profundidades de su corazón”
-Julien Green-

Hoy me gustaría hablaros de la autocomunicación positiva. En sesiones anteriores la hemos tratado pero ahora lo vamos a hacer de una manera más específica. Resumiendo: esta sesión trata de lo que nos decimos a nosotros mismos para mejorar nuestra autoestima.

Como bien sabéis, las palabras tienen el poder de perpetuar o modificar creencias y, por lo tanto, de determinar conductas.

Hablar con uno mismo y sobre todo en voz alta tiene poco de locura, al igual que establecer un dialogo interno donde desmenuzar tristezas y difuminar preocupaciones. Pero pocas prácticas resultan más terapéuticas que esta, porque al fin y al cabo todos vivimos con nosotros mismos, y comunicarnos con el propio ser es algo vital y emocionalmente necesario para atendernos como merecemos.

Para tener una buena comunicación positiva, y a su vez efectiva, se recomienda seguir esta serie de estrategias:

               Hablar con uno mismo nos permite «centrarnos en el momento presente con las emociones presentes» para tomar conciencia de ellas, entenderlas, gestionarlas.
             El diálogo interno es también una poderosa fuente de motivación, la más  sincera, la más confiable y la que nunca debe fallarnos. Así, y aún en las situaciones más adversas, nada puede ser más energético que decirnos a nosotros mismos eso de «adelante, lo estás pasando mal pero no puedes rendirte ahora, vamos allá».
             Huir de las etiquetas. Cuando nos hablamos, no debemos utilizar palabras que te puedan encasillar, pues provoca inseguridad y disminuye tu autoestima. En lugar de decirte, por ejemplo, «soy un desastre con la Lengua», es mejor sustituirlo por «venga, voy a hacer el análisis sintáctico de nuevo».
               Ahorrarse las generalizaciones y el uso de términos absolutos. Si se generaliza una acción concreta con palabras como: «siempre», «nunca», «todo» o «nada» —«es que nunca escucho», «siempre me despisto»—, puede provocar una sensación de incomprensión y de rechazo hacia uno mismo.
              Evitar el imperativo. Las expresiones de este tipo fomentan la represión emocional y la creencia de que es mejor no mostrarse ni manifestarse a los demás. 
               Hablarse siempre en positivo. Debemos cuidarnos y mimarnos. No podemos ser nuestras peores madrastras.
               Aplicar el principio de responsabilidad. Hacerse responsable de las palabras que se utilizan para permitir establecer relaciones más fuertes y comprometidas. Por ejemplo, es mejor utilizar «lo haré» que «lo intentaré».

«Hay tres cosas extremadamente duras: el acero, los diamantes y el conocerse a uno mismo”.
-Benjamin Franklin-

Por si no tenéis el cuadernillo en casa, os cuelgo la foto de la sesión de hoy. Quiero que lo completéis en casa, pero sobre todo deberéis ser sinceros en vuestras reflexiones. 

Me gustaría que me comentarías cómo os habéis sentido en la realización de la sesión, si mantenéis este diálogo interno con vosotros mismos, si os tratáis de forma dura cuando cometéis un error,...

Espero vuestros comentarios.

Un salud.

Henar

FRASES QUE TE PUEDEN AYUDAR EN LA REFLEXIÓN